¿Por qué nadie quiere tu app móvil?

¿Por qué piensas que todo se resuelve con una aplicación móvil? Es más, ¿por qué el común de los mortales deberían descargar, instalar y usar tu app? En este artículo revisamos datos y argumentos que deberías sopesar antes de siquiera pensar en desarrollar una aplicación para móviles.

Tabla de contenidos

"Hagamos una app”. Es una de las frases que más he escuchado en los pasillos de las grandes empresas y, más aun, en los lugares donde se juntan emprendedores.

Según los datos de Statista, en marzo del 2018 habían 3.600.000 aplicaciones disponibles en Google Play, versus 450.000 en febrero del 2012 y 2.800.000 en marzo del 2017.

Gráfico muestra el número de aplicaciones disponibles en Google Play Store desde diciembre de 2009 hasta julio de 2021.

Fuente: Statista. Número de aplicaciones disponibles en Google Play Store desde diciembre de 2009 hasta julio de 2021.

Impresionante, ¿no?

Por otra parte, de las 22.625 aplicaciones nuevas subidas a Google Play en marzo del 2018, casi el 60 % eran de baja calidad, según los datos de AppBrain.

Quizás por eso, si miras nuevamente el gráfico de Statista, desde entonces la tendencia ha sido a la baja y en julio del 2021 esa cantidad había disminuido a menos de 2.894.000.

¿Más datos?

Las categorías con mayor cantidad de competidores son Educación, Entretención, Estilo de vida, Negocios y Personalización. Como estadística curiosa, hay sobre 200.000 aplicaciones para personalizar el celular (ringtones, wallpapers, etc.).

El factor principal: el usuario

Bueno, aunque pienses que estos datos son a nivel mundial y quizás en tu mercado en español no hay tanta competencia, hay otros factores que deberías considerar y pienso que el principal es el usuario.

Si estás en un mercado muy de nicho y no tienes 5.894 competidores directos, de todas maneras estás compitiendo por la atención del usuario final en el tiempo y por un espacio disponible en el celular.

Asimismo, según varios estudios de Estados Unidos y España, las principales razones para desinstalar un aplicación son:

  • El usuario deja de usarla (pierde el interés con el tiempo),
  • la app no era lo que esperaba (en este caso es de pensar que la va a desinstalar poco tiempo después de la instalación) y
  • el usuario no tiene más espacio disponible en su celular.
Gráfico muestra razones por las que los usuarios de teléfonos inteligentes y tabletas desinstalaron aplicaciones en España en 2016.

Fuente: Statista. Razones por las que los usuarios de teléfonos inteligentes y tabletas desinstalaron aplicaciones en España en 2016.

¿Qué deberías hacer antes de desarrollar una nueva app?

Veamos algunos temas de fondo que deberías considerar antes de siquiera pensar en desarrollar una aplicación.

1- El usuario y su problema

Cualquiera que sea el lugar en el cual trabajas (una empresa grande o un emprendimiento), parte preguntándote qué estás tratando de resolver.

Quizás suene cliché pero, ¿qué vas a solucionar?

Más allá de tu necesidad de desarrollar algo, conquistar el mundo y hacerte famoso, ¿cuál es el valor agregado de la app que tienes en mente?

Que algo sea factible técnicamente no significa que tengas que hacerlo. Si quieres crear el próximo Tinder, Uber o Instagram, recuerda que hay 15.683 personas como tú pensando lo mismo.

Antes de lanzarte al vacío con tu solución, dedica tiempo a observar a las personas: conversa, trata de entender algo de lo complejo del ser humano e identificar un problema real.

¿Quién es tu usuario? Haz preguntas y escucha. Observa.

Piensa también en hacer las preguntas correctas. Consulta a tus amigos si usarían una aplicación que …. (llena el espacio vacío con tu idea). En todo caso, que te digan que “sí” no es una forma de validar.

2- El mercado y su tamaño

Una vez que identificaste un problema, la siguiente etapa sería estimar el tamaño del mercado o dimensionar qué tan grande es este problema.

¿Es un problema recurrente? O, ¿hay suficientes personas con este mismo problema?

A pesar de la sobreexposición a mensajes como “hay que pivotar” o “hay que equivocarse para aprender”, el tiempo es muy valioso.

¿Por qué perder el tiempo desarrollando algo que nadie va a usar si puedes invertir un poco en conseguir data para apoyar la toma de decisión?

Según el informe The 2017 U.S. Mobile App Report de comScore, considerando el tiempo gastado en usar aplicaciones móviles, los usuarios de smartphones usan la mitad de su tiempo en una aplicación – la principal –, mientras que los usuarios de tablet gastan dos tercios de su tiempo en una app.

Entre tanto, la mayor parte de los usuarios de smartphones acceden a 20 aplicaciones o menos en un mes.

O sea, aunque vivimos hiperconectados y la adicción al celular es cada día más un problema, un alto porcentaje de los adultos (45 %, según las previsiones de Deloitte) tendrían conciencia y estarían preocupados tratando de limitar el uso del celular de diferentes maneras.

Gráficos en una pantalla de computador y una mano sostiene un móvil que muestra una app.

3- La solución (el producto o servicio)

OK, supongamos que identificaste un problema suficientemente grande que amerite una solución. Ahora bien, por un lado, ¿la solución es necesariamente digital? Y si es digital, ¿tiene que ser una aplicación? Si es una app, ¿qué pasa con los usuarios que no quieren / pueden descargar tu app? ¿Qué se están perdiendo? ¿Qué te estás perdiendo?

Si tienes claro y validado el problema, ¿por qué limitarse con una app? Si lo único que se te ocurre es una aplicación, quizás deberías olvidar esta idea por un momento y pensar en el codiseño como metodología para construir otras soluciones junto a tus posibles usuarios.

Puedes complementar con otros métodos para generar ideas y verás que hay un mundo de posibilidades.

Por otro lado, si la solución se puede tangibilizar en una app, es hasta probable que ya exista algo en el mercado y que sea muy difícil hacer que los usuarios cambien de comportamiento, dejando de funcionar de alguna manera para descargar una app nueva, la tuya.

Aquí te dejo tres ejemplos de “problemas” que se solucionaron con aplicaciones ya existentes:

a. Comunidad profesional en un mercado específico ABC, con usuarios teniendo habilidades y un comportamiento digital variado, desde novatos a expertos. Según una investigación que realizamos, ya están usando WhatsApp. Si quisiéramos reemplazar el uso de WhatsApp, el valor agregado de nuestra aplicación debería ser superior a lo que están consiguiendo actualmente con WhatsApp. Básicamente, hay que diferenciarse y que el usuario vea que el esfuerzo de instalar una app móvil nueva, con todo lo que eso conlleva (tiempo, enrolamiento, espacio, etc.), vale la pena. Eso es solo un parámetro a considerar, además de costos de desarrollo versus beneficios a conseguir, mantención futura y evolución de la aplicación, etc.

b. Comunidad profesional en un nicho altamente tecnológico, disponiendo de recursos para desarrollar, no una, sino que varias apps. ¿Qué hicieron? Usaron Slack. En vez de gastar recursos en reinventar la rueda, sabiendo que su principal fortaleza no es el desarrollo de aplicaciones, dedicaron esos recursos a aumentar la comunidad y crecer en cantidad de clientes.

c. Hace unos años un equipo de emprendedores entusiastas vino a verme con una idea para una app destinada a seniors. Aunque parezca contradictorio, porque ofrecieron pagarme para trabajar en su proyecto, les recomendé que validaran primero su idea a través de un grupo de Facebook, donde sus usuarios potenciales ya se encuentran. Finalmente, no hicieron nada porque su experticia no era el desarrollo de aplicaciones (otro problema aparte) y porque entendieron que iba a ser muy difícil encontrar un elemento diferenciador a las soluciones existentes.

Y así, podríamos encontrar cientos de ejemplos donde las personas no necesitan otra aplicación.

4- Dejar de mirarte el ombligo y de pensar que todos quieren una app con tu marca

Si trabajas en una gran empresa donde el diseño y desarrollo móvil de la aplicación se hace de forma aislada de la web móvil, la web de escritorio (o responsiva) y otras interfaces digitales, deberías reconsiderar esta forma de trabajar en silos.

Le hace mal al cliente, a tu equipo, a la marca y seguramente también a la empresa. En este contexto, un nuevo servicio debiese ser diseñado primero como eso: un servicio, no una app móvil.

En resumen… La gente no quiere más aplicaciones. Las personas quieren servicios, productos y, en general, experiencias memorables.

¿Qué te han parecido estos datos y argumentos? ¿Estás sopesando la idea de desarrollar una app móvil?

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1 comentario


  • Carla Angelita

    Es muy interesante tu aportación Carmen!
    Hoy en día vivimos en mundo totalmente digital, Justo de ello hablábamos en mi clase de gestión del emprendimiento e innovación, que ahora hay una app para todo!
    Los datos que nos muestras en tu comentario, son de gran ayuda para conocer los factores que hacen que los usurarios desinstalen una aplicación, pues es obvio ya que como actualmente es de manera sencilla crear una, cualquiera lo hace, sin pensar más allá de lo de verdad se debe brindar o necesita el cliente, ya que, como mencionas qué hay personas que dicen que equivocándose se aprende, no es del todo verdad, ya que pierdes tiempo e incluso la energía para poder crear algo que en realidad sea de utilidad para el usuario. Y es que no es solo cuestión de ver un problema y dar una solución simple, esto va más allá, hoy en día hay tantas personas pensando en soluciones a problemas del día a día que se olvidan de ser originales y dar a su solución algo que las diferencie de los demás, que marque territorio en un Nico con una ventaja competitiva.

    Estoy muy contenta de haber conocido un poco más sobre este tema, espero poder seguir leyendo más sobre lo que publicas en este blog, ya que es de gran ayuda para mi aprendizaje.


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